Tras la debacle socialista, se anunció que sería el actual Presidente del Gobierno, Sr. Rodriguez Zapatero quien comparecería ante los medios de comunicación para ofrecer “su valoración” de los resultados electorales.
Los medios aplaudieron rápidamente la iniciativa “disfrazándola” de actitud valiente y de líder que “da la cara” en los momentos difíciles. Otros, menos “comprometidos” con el PSOE, esperaron a escuchar las razones del “desastre socialista”.
Llegado el momento el Sr. Rodriguez Zapatero compareció y ofreció una pobre visión de lo ocurrido, eso sí, siempre desde el reconocimiento de su derrota amplia y aplastante.
Me quedo con dos “cosas que dijo y dos que no dijo”:
Qué dijo:
-Felicitó al PP y todos y cada uno de los integrantes de sus listas municipales y autonómicas por su éxito (aplausos)
-Que el problema del gobierno y su partido era “no haber sabido explicar la dureza de la crisis” (pitos)
Qué no dijo:
-En ningún momento felicitó al líder del PP Sr. Rajoy por su victoria, es más incluso evitó nombrarle en ningún momento (pitos)
-Que el “castigo electoral” es por no haber sabido gestionar ni anticipar la crisis y que otras países ya está saliendo (o han salido ya) y nosotros aún deberemos esperar debido a “la falta de decisiones” del Sr. Rodriguez Zapatero.
Creo que su actitud fue soberbia ya que al sentimiento de superioridad que le suele “embriagar”, sumó el hecho de hablar de lo que queda de legislatura como si los españoles estuvieran esperando algo más de su “capacidad de gestión”. Sin embargo, lo que las urnas le dijeron es que no esperamos nada más que se “eche a un lado” y deje a otros (en el sentido más amplio, incluido su propio partido) que den un paso al frente y pongan las bases, legislen y generen la confianza necesaria para que comencemos el “duro camino” de remontar esta situación.
Me gustaría acabar citando a D. Francisco de Quevedo:
"La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió."
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